Al amplio índice S&P 500 (SPX) le resulta cada vez más difícil mantenerse a flote. La volatilidad del mercado, que se dispara debido a la inestable situación geopolítica, no le da oportunidad de una recuperación completa. A ello se suma la llamada "cruz de la muerte" en el gráfico del índice.
Esta semana, los analistas prestaron atención a la formación de la "cruz de la muerte" en las acciones estadounidenses. Esta dinámica del S&P 500 indica que una corrección a corto plazo podría convertirse en una tendencia bajista de largo plazo. La causa del surgimiento de la "cruz de la muerte" es la reciente venta masiva en el mercado bursátil de EE. UU., provocada por los aranceles gigantescos del presidente estadounidense Donald Trump.
En los gráficos de precios del S&P 500, la "cruz de la muerte" puede señalar el momento en que una caída a corto plazo del índice se convierte en una tendencia negativa de largo plazo. Recordemos que la "cruz de la muerte" se forma en el momento en que la media móvil de 50 días, que representa la tendencia a medio plazo, cae por debajo de la media móvil de 200 días, que representa la tendencia a largo plazo. Actualmente, este es precisamente el comportamiento que se observa en el índice S&P 500.
Al cierre de la sesión del lunes 14 de abril, la media móvil de 50 días para el índice S&P 500 se ubicó cerca de los 5748 puntos, mientras que la media móvil de 200 días estaba casi en 5754 puntos. Esta semana, el índice bursátil S&P 500 mostró un crecimiento del 0,8%. Sin embargo, posteriormente se registró una caída del indicador a medio plazo por debajo de la línea de tendencia a largo plazo, la más significativa desde el 1 de febrero de 2023.
Algunos analistas están convencidos de que la "cruz de la muerte" en el S&P 500 podría no ser tan amenazante como se suponía anteriormente. Sin embargo, para el mercado bursátil es una señal muy preocupante. No obstante, muchos expertos se mantienen alejados del pesimismo respecto al principal indicador. Como argumento, mencionan la formación de "cruces de la muerte" en el S&P 500 a lo largo de toda la historia de las operaciones, destacando que el índice principal ha logrado superarlas. "En ese momento es mejor ser comprador que vendedor", afirma Adam Turnquist, estratega técnico jefe de LPL Financial.
Según datos de LSEG, en los últimos 50 años el índice S&P 500 ha experimentado 24 "cruces de la muerte". En el 54% de los casos, surgieron después de una caída intradía significativa del índice, y ahora la caída más fuerte ya ocurrió. En el 46% de los casos, la venta masiva en el mercado de acciones se intensificó, y en esos momentos el índice base cayó un 19%. Tras la formación de la "cruz de la muerte" en 1981, 2000 y 2007, la caída del índice como resultado de las ventas posteriores fue del 21%, 45% y 55% respectivamente.